Ahora siento que me alimento de manera mucho más equilibrada, y he recuperado la ilusión de preparar mis comidas para toda la semana. He ganado equilibrio, ilusión por cocinar, mejores digestiones… Además, mi familia está encantada al descubrir platos tan sabrosos.

Tengo mucha mejor organización y balance en los nutrientes, y no tengo que preocuparme por saber si estoy ingiriendo las cantidades adecuadas de proteínas, grasas, vitaminas, etc. Me alivia muchísimo.

Ahora me divierto cocinando, encuentro mi remanso de paz en la cocina y la gente alucina viendo como lo disfruto. Tu cursos son de lo más completo y he podido compartirlo con la gente que quiero. Desprendes naturalidad y sentido común en la cocina. Mil gracias por estar ahí.